Policleto
fue un escultor griego.
Nació
en Argos en el 480 a.C. Se formó bajo la tutela de Hageladas, se
especializó en la talla en bronce de figuras de atletas con la
representación del cuerpo humano desnudo como objeto de futuras
investigaciones. Fue,
de hecho, un gran especialista en la plasmación escultórica de la
belleza del cuerpo humano.
Su
atención se centra en los problemas de la representación del cuerpo
humano desnudo. Apasionado de la simetría y el equilibrio, centra su
atención en el estudio de las proporciones, llegando a la conclusión
de que la perfección prototípica se conseguirá a través de unas
medidas precisas en las que la altura será 7 veces la medida de la
cabeza.
Escribió
un tratado, EL
CANON,
en
el que muestra su meticuloso sistema de proporciones, basado en un
módulo que articula las diferentes partes del cuerpo y
sobre la ARMONÍA, que es precisamente la ley que regula las
correspondencias entre las distintas partes del cuerpo, de la
manera más bella posible, atendiendo a la PROPORCIÓN como un orden
DIVINO. El tema central de la obra es el hombre
perfecto entendido no sólo como perfección física sino como
identificación de lo bello, a través de la simetría y la
proporción.
El
canon es un concepto que se refiere a las proporciones
perfectas o ideales del cuerpo humano y se refiere a las relaciones
armónicas entre las distintas partes de una figura.
Este
Tratado está casi perdido y no se conserva en la actualidad.
Policleto
apoyó su teoría en una obra, haciendo la estatua de un hombre de
acuerdo con los principios de su tratado (El Doríforo).
En
el 440 a. C., en la plenitud de su carrera, se traslada a Atenas
atraído por las obras de la Acrópolis dirigidas por Fidias. Allí
realizó algunas de sus obras más destacadas.
Tuvo
un hijo llamado como él, conocido por “Policleto el Joven”, que
fue un destacado arquitecto.
Murió
en 420 a.C.
Las
obras de Policleto de Argos estaban en su mayoría realizadas en
bronce. Las conocemos hoy día por las copias romanas que se hicieron
en mármol.
En
su obra EL CANON, describía el cuerpo humano perfecto como aquél
cuya altura era la suma de las alturas de 7 "cabezas".
La
más famosa obra de Policleto es el DORÍFORO, o lanzador de
jabalina. Existen numerosas copias del original en bronce: unas
llevan aún la lanza y otras la han perdido.
El
Doríforo se apoya en la pierna derecha y flexiona la izquierda, gira
la cabeza hacia la derecha y su cuerpo marca una ligera línea curva.
La posición corresponde al
llamado contraposto:
el peso se apoya en la pierna derecha y el brazo izquierdo sostiene
la lanza, mientras los miembros opuestos permanecen relajados.
Otra
de sus mejores obras es el Diadumeno, en la que también
representa a un atleta que, tras la competición, se ciñe la cinta
de la victoria en la cabeza. Esculpida probablemente hacia el 420
a.C., la composición de la figura, también con proporciones
conforme al canon y en contraposto, presenta un equilibrio de
movimiento y quietud y produce, con la elevación de los brazos, una
notable sensación de ingravidez. Se conserva una valiosa copia en el
Museo Arqueológico de Atenas.
Para
dibujar en cualquier formato la figura del Doríforo, tendremos que
dividir el segmento de su altura en 7 partes iguales, mediante el
Teorema de THALES.