viernes, 20 de diciembre de 2013

EL CANON DE POLICLETO


Policleto fue un escultor griego.
Nació en Argos en el 480 a.C. Se formó bajo la tutela de Hageladas, se especializó en la talla en bronce de figuras de atletas con la representación del cuerpo humano desnudo como objeto de futuras investigaciones. Fue, de hecho, un gran especialista en la plasmación escultórica de la belleza del cuerpo humano.
Su atención se centra en los problemas de la representación del cuerpo humano desnudo. Apasionado de la simetría y el equilibrio, centra su atención en el estudio de las proporciones, llegando a la conclusión de que la perfección prototípica se conseguirá a través de unas medidas precisas en las que la altura será 7 veces la medida de la cabeza.

Escribió un tratado, EL CANON, en el que muestra su meticuloso sistema de proporciones, basado en un módulo que articula las diferentes partes del cuerpo y sobre la ARMONÍA, que es precisamente la ley que regula las correspondencias entre las distintas partes del cuerpo, de  la manera más bella posible, atendiendo a la PROPORCIÓN como un orden DIVINO. El tema central de la obra es el hombre perfecto entendido no sólo como perfección física sino como identificación de lo bello, a través de la simetría y la proporción.
El canon es un concepto que se refiere a las proporciones perfectas o ideales del cuerpo humano y se refiere a las relaciones armónicas entre las distintas partes de una figura.
 Este Tratado está casi perdido y no se conserva en la actualidad.

Policleto apoyó su teoría en una obra, haciendo la estatua de un hombre de acuerdo con los principios de su tratado (El Doríforo).

En el 440 a. C., en la plenitud de su carrera, se traslada a Atenas atraído por las obras de la Acrópolis dirigidas por Fidias. Allí realizó algunas de sus obras más destacadas.

Tuvo un hijo llamado como él, conocido por “Policleto el Joven”, que fue un destacado arquitecto.

Murió en 420 a.C.
Las obras de Policleto de Argos estaban en su mayoría realizadas en bronce. Las conocemos hoy día por las copias romanas que se hicieron en mármol.


En su obra EL CANON, describía el cuerpo humano perfecto como aquél cuya altura era la suma de las alturas de 7 "cabezas".




La más famosa obra de Policleto es el DORÍFORO, o lanzador de jabalina. Existen numerosas copias del original en bronce: unas llevan aún la lanza y otras la han perdido. 


El Doríforo se apoya en la pierna derecha y flexiona la izquierda, gira la cabeza hacia la derecha y su cuerpo marca una ligera línea curva. La posición corresponde al llamado contraposto: el peso se apoya en la pierna derecha y el brazo izquierdo sostiene la lanza, mientras los miembros opuestos permanecen relajados.




Otra de sus mejores obras es el Diadumeno, en la que también representa a un atleta que, tras la competición, se ciñe la cinta de la victoria en la cabeza. Esculpida probablemente hacia el 420 a.C., la composición de la figura, también con proporciones conforme al canon y en contraposto, presenta un equilibrio de movimiento y quietud y produce, con la elevación de los brazos, una notable sensación de ingravidez. Se conserva una valiosa copia en el Museo Arqueológico de Atenas.


Para dibujar en cualquier formato la figura del Doríforo, tendremos que dividir el segmento de su altura en 7 partes iguales, mediante el Teorema de THALES.